Buscando una solución al problema del desgaste de tuberías, identificamos la necesidad de apoyo académico y lo planteamos como un proyecto de I+D+I. Con esto en mente, exploramos opciones en universidades que pudieran colaborar.

La Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) fue clave en este proceso, ya que nos facilitó el contacto y nos presentó sus programas de investigación. A partir de esas conversaciones, vimos la posibilidad de estructurar una colaboración a tres años. Evaluamos dos caminos: incorporar a un estudiante enfocado en el tema o que un colaborador de nuestra empresa realizara un doctorado en Ingeniería y Ciencias con la Industria, lo que permitiría especializarse en el área.

Finalmente, la alianza se concretó cuando Nicolás Carmona inició su doctorado, dando forma a la colaboración con la universidad.